El comercio electrónico es una de las revoluciones que nos ha traído Internet. Llevo más de tres años dedicado a este negocio, y a pesar de que no es jauja tal y como se dice, no paro de encontrar nichos y micronichos de mercado en los que estoy convencido de que un comercio online podría rendir. Ese tipo de descubrimientos me emociona, y más adelante os enseñaré a reconocer dónde hay un nicho de negocio y qué características debe reunir para que sea interesante iniciar un negocio online basado en el comercio electrónico.
El e-commerce es un negocio duro. No se suele ganar mucho dinero en general, pero es una honrosa dedicación que tiene muchos encantos. Si lo pensais, no es más que la traslación de un negocio comercial tradicional, un comercio de los de toda la vida, al mundo de Internet.
¿Qué es un comercio online?
El modelo de negocio e-commerce es muy sencillo: se trata de vender cosas. Esas cosas pueden ser productos o servicios que, o bien los haces tu, o bien se los compras a alguien que te los suministra más barato (el proveedor), ganando tu la diferencia (el margen).
Por ejemplo: eres un artista o artesano y produces tus propias obras o productos. Te interesa venderlos a través de Internet para evitar intermediarios y llegar a más gente, puede que incluso a público internacional.
Y otro ejemplo: has montado una tienda online para vender productos de electrónica de consumo que un amigo que tiene unos grandes almacenes te provee con un gran descuento sobre PVP.
Ambos ejemplos son dos tipos clásicos de comercio electrónico, aunque el más habitual es el segundo, el que precisa de un proveedor (que puede ser el mismo fabricante) para suministrar los productos.
Visto así, no parece muy glamuroso este modelo de negocio, ¿verdad? Pero entonces, ¿dónde está la gracia?
Ventajas del comercio electrónico vs comercio tradicional
Una de las grandísimas ventajas del comercio online es la potencialidad de clientes que pueden pasar por tu tienda. Hay más de 2.500 millones de usuarios de Internet en el mundo, y todos ellos podrían pasar por tu página web con tan solo un clic.
Trasladado al mundo real, es como si algo más de un tercio de la población mundial pudiera pasar por tu tienda de barrio si fueras suficientemente bueno anunciándola como para conseguir su atención. Claro está, en el mundo offline, dejando a parte lo que te costaría publicitarte ante todo ese público y conseguir que decidieran ir a tu tienda de barrio (lo que se conoce en el mundillo como coste de adquisición de cliente) esto además es físicamente imposible.
Sin embargo, en Internet sí podría ser posible. Es un ejemplo exagerado, pero es perfectamente posible conseguir que en un plazo de tiempo razonable, miles de millones de personas acabaran pasando por tu sitio web. Al fin y al cabo, es lo que ocurre todos los días en sitios como Google, Facebook, Twitter, etc.
Desde el punto de vista del negocio, otra ventaja clara del comercio online frente al comercio tradicional, es que el coste de operación es bastante menor. No es estrictamente necesario alquilar un local, podemos empezar desde casa y en función de como vayamos creciendo, ya llegará el momento de tener que alquilar algun espacio u oficina.
Por otro lado, al no estar abiertos al público, no hace falta tampoco un punto de venta, es decir, una caja registradora, un TPV físico, gastos de luz, agua, seguros, etc. Son cosas que serán necesarias más adelante, pero que inicialmente podemos prescindir de ellas. En un negocio tradicional no: todo eso debes ponerlo por adelantado antes incluso de saber si tu negocio va a tener éxito, lo cual me parece un riesgo enorme, especialmente si eres un nuevo emprendedor, sin experiencia previa en gestión de negocios comerciales.
Incluso si tienes esa experiencia, sabrás que tener éxito con un negocio es algo extremadamente complejo, y que varía mucho dependiendo de la zona donde abras el local, la ciudad, el catálogo que ofrezcas, la competencia cercana, etc.
Emprender con un comercio online te permite iniciar tu aventura empresarial con pocos gastos y en caso de fracasar, te permite fracasar rápido y con pocas pérdidas. Esta es una máxima en el mundo de los negocios que debeis recordar siempre: si teneis que fracasar y cerrar un negocio, hacedlo rápido. De esta forma minimizais las pérdidas y os permite pivotar, modificar vuestra idea de negocio o iniciar otra nueva reutilizando toda esa estructura que hayais creado.
Si no lo haceis así, correis el riesgo de convertiros en una empresa zombie, que ni crece ni se hunde, convirtiéndose así en un negocio sin mucho futuro que te tiene ocupado todo el día y casi sin posibilidades de llegar a nada.
Los números del comercio electrónico
Pues nada, vamos a acabar este artículo introductorio con un enfoque financiero, sobre cómo se monetiza en un comercio online. Es algo muy básico, pero si lo tego que explicar en algun post, éste es el más indicado.
Supongamos que sólo disponemos de un producto, que vendemos a un PVP de 100€ + IVA, es decir, a 121€ la unidad.
A nosotros, nuestro proveedor, que es el fabricante, nos lo vende a 70€ + IVA (14.7€) la unidad. Claramente vemos que nuestra ganancia bruta por venta de un producto es de 30€.
De los impuestos no os preocupeis, porque esa cuenta va por otro lado. Basicamente lo que ocurre es que al IVA que tu cobras a tus clientes le debes restar el IVA que te cobra el proveedor (21-14.7 = 5.3€) y eso será la liquidación de IVA que deberás hacerle a Hacienda. Vamos, que lo que te decía antes: olvidate del IVA.
El caso es que tenemos esos 30€ de ganancia por unidad vendida, que es lo que se conoce como margen bruto, y a esos 30€ habrá que restarle el transporte. A ese resto lo llamamos margen de contribución, por ejemplo 25€. Para calcularlo en porcentaje, tan solo hay que realizar la siguente operación:
Margen de contribución (%) = Margen de Contribución (€) / Ingresos por ventas (€) = 25€ / 100€ = 25%
Este es uno de los indicadores clave de todo comercio electrónico. Lo demás es contabilizar ingresos (facturación) y gastos (generales, marketing, logísticos, sociales, financieros, etc.), y restarlos para obtener un resultado, y deberas hacer lo que sea para que ese resto sea positivo. ¡Te aseguro que no es nada facil!
Todo esto, plasmado en una excel por meses, es lo que se conoce como una cuenta de explotación, y es algo que deberás crearte para hacer el seguimiento de tu resultado mes a mes.
Por hoy creo que es bastante. En otro post más adelante os proporcionaré un cuadro de mando o formato de cuenta de explotación para que podais empezar a controlar vuestros resultados sin tener que romperos la cabeza en esa parte del negocio, que quizá os parezca algo fea si no sois financieros, pero que os aseguro que es una herramienta fundamental para controlar, simular y proyectar escenarios de vuestro negocio, tanto a la hora de planificarlo (en un plan de negocio, por ejemplo) como a la hora de funcionar.